EFICIENCIA DEL PROCESO LEGISLATIVO COMO REGULADOR SOCIAL

Abstract

El Poder Legislativo, forma parte del equilibro del poder en México, suma a la construcción de la república y brinda certeza a la conducción de la vida política de nuestro país, logrando, además, con su ejercicio permanente, ser el termómetro de la vida social de todos los mexicanos. Permanentemente ejerce un reconocimiento al esfuerzo de generaciones de mexicanas y mexicanos, que han edificado con aplomo las instituciones que hoy nos representan y que, sin duda alguna, generan convicción de que la democracia, es y seguirá siendo, una forma de gobierno, sostenible, plural e inclusiva.

La democracia se concibe ahora, como un peldaño más, de la evolución humana, al permitir la incorporación de variadas formas de pensamiento, de estructuras particularmente complejas que propician el debate sobre los temas trascendentales, dictan la forma de conducir una sociedad cada día más desafiante, y por mucho, conocedora de sus derechos y prerrogativas esenciales; producto cierto, de cruentas luchas, pero también de gloriosos momentos en que ha quedado de manifiesto el carácter y voluntad de un pueblo, ansioso de libertad y protector de sus más elementales principios.

El Poder Legislativo debe actuar teniendo como base el control convencional y por supuesto, el control constitucional, de manera precisa, debe legislar a partir de la existencia del bloque de constitucionalidad.

En este sentido, deben asumir su función con responsabilidad y compromiso, proponiendo iniciativas que busquen mejorar la vida en sociedad alcanzando el bien común, para ello deben analizar a conciencia los beneficios que puede traer la creación o modificación de la ley que proponen. Lo antes mencionado cobra relevancia, porque como lo exprese a lo largo del presente trabajo, muchas de las iniciativas que se realizan, e incluso que se aprueban, no son eficientes, es decir, no cumplen con los objetivos para los que fueron creadas, e incluso atentan contra el control constitucional y convencional.

Es deber y obligación del Poder Legislativo trabajar en propuestas coherentes con el marco de derechos humanos nacional e internacional del que México forma parte, que estén bien planteadas y que permitan vislumbrar de manera clara los posibles beneficios que traerá su realización, es decir, propuestas que resulten eficientes, que consigan los objetivos para los cuales son creadas y que favorezcan el respeto a los derechos humanos, a la dignidad de las personas y al bien común de la sociedad en general.