Resumen:
Desde tiempos remotos, los integrantes de las primeras sociedades en el mundo buscaron en la religión la manera de dar respuestas a sus preguntas. Se consideraba que las enfermedades eran causadas por entidades superiores y que estos podían curarlas. Aunque, actualmente existe la ciencia y los avances científicos que contribuyen a sanar las enfermedades las personas, siguen buscando respuestas en un ser superior por medio de prácticas religiosas como ritos, actos de devoción y fe.
Algunos investigadores han descubierto que los actos de devoción y el asistir a los ritos religiosos disminuyen los niveles de estrés en pacientes con cáncer (Mesquita et al.2013 y De Sousa, Meneguin, Da Silva y Miot, 2017), razón por la cual muestran menos dolor durante los tratamientos (Salgado, 2017). En esta investigación, además se descubrió que contribuye a que el enfermo no abandone los tratamientos como las quimioterapias, las cirugías y las radioterapias.
La fe ofrece certidumbre (Biblia Católica, 2023) ya que el ser humano busca certeza en el mundo, ante obstáculos que se le presentan, en este caso la enfermedad del cáncer. Esta viene a trastocar la vida no sólo de quien la padece sino de la familia del paciente. Con las neoplasias vienen preocupaciones asociadas con la muerte, otras de ellas son: cómo pagar el tratamiento y las personas que dejarán atrás una vez que partan de este mundo, las y los hijos de las enfermas con cáncer de mama.
El preocuparse no resuelve las eventualidades, por el contrario, provocan estrés en la paciente, el hecho de recibir una noticia como está ya es estresante. Y representa un reto, en países en vías de desarrollo en particular, para las actrices de escasos recursos y de localidades alejada de la ciudad. Lo anterior, debido a que deben trasladarse a centros especializados ubicados en las ciudades, por lo regular, para los tratamientos.