Resumen:
El desarrollo sustentable, desde sus raíces históricas hasta su implementación en la educación, representa un compromiso vital para el presente y el futuro de nuestro planeta. Aunque el concepto formal emergió en 1987 con la Comisión Brundtland, la preocupación por el impacto humano en el entorno ya existía mucho antes, como evidenciaron movimientos sociales y pensamientos.
La educación desempeña un papel fundamental en la promoción del desarrollo sustentable. La creación de una conciencia ambiental y cultural es esencial para inculcar prácticas responsables en las generaciones futuras. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y otros organismos internacionales han propuesto directrices y estrategias para incorporar la Educación para el Desarrollo Sustentable (EDS) en instituciones educativas.
Descripción:
En la actualidad el planeta Tierra presenta una serie de cambios históricos que amenazan con transformar tanto su función como la manera en la que se desarrolla la vida en él, incluyendo al ser humano; los cambios que ha sufrido el planeta han sido tan severos y marcados, que desde hace varias décadas ha existido una gran preocupación por las consecuencias en un futuro que puedan provocar los mismos, si bien las trasformaciones son de carácter cíclico en su mayoría; lo radical de estos sucesos sin precedencia; es que han propiciado grandes problemas ambientales los cuales han llevado a adoptar distintas posturas que contribuyan a frenar o al menos a amortiguar estas cuestiones.