Resumen:
Ningún proyecto o acción en la administración pública se puede implementar sin antes estar considerado en el presupuesto público y en el programa operativo anual, por ello, para implementar la perspectiva de género en las administraciones públicas es importante incrustar estos aprendizajes en la administración de los recursos públicos. Con frecuencia muchos de los proyectos en la administración pública, que contemplan la perspectiva de género, encuentran limitantes reflejados en el presupuesto, ya sea porque no se cuenta con el dinero o porque el recurso no ha sido considerado dentro de las acciones prioritarias o de las acciones anuales de planeación. También, porque existe un desconocimiento o apatía por parte del personal del servicio público sobre la instauración y operatividad de los presupuestos con perspectiva de género. En muchas ocasiones, aunque la transversalización de la perspectiva de género y el impulso a la igualdad entre hombres y mujeres sea un pilar en los planes de desarrollo estatales o nacionales, los recursos que se le asignan son insuficientes generando proyectos de corto alcance. Con frecuencia, los proyectos a implementar tienen que ver con capacitaciones genéricas que no abonan al cambio del accionar administrativo ni encuentran eco en el personal del servicio público, se limitan a conceptos básicos de la perspectiva de género y dejan de lado aspectos específicos de aplicabilidad.