Resumen:
El federalismo y la democracia son dos de los elementos indispensables para el funcionamiento
del Estado Mexicano, ya que sufre de una exacerbación en cuanto a las funciones y atribuciones
de l
as autoridades federales y, por el contrario, de un acotamiento infundado respecto a las de
las autoridades locales. Derivado de esa deformidad federalista que a su vez es consecuencia de
una modificación a la cantidad y calidad de atribuciones del órgano
administrativo encargado de
organizar y desarrollar las elecciones a nivel federal, la democracia se ve corrompida, ya que la
figura del Presidente sigue conservando sustancialmente su poder ejerciéndolo a través de
órganos constitucionales autónomos como
el Instituto Nacional Electoral.
Por ello, las dimensiones constitucional
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orgánica e instrumental
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orgánica merecen una
rectificación en aras de proporcionar congruencia y certeza, no solamente a las funciones y
atribuciones que son debidas a cada órgano en
sus respectivos ámbitos, sino también al ejercicio
del sufragio, pilar fundamental para la democracia representativa al interior de un Estado.