Resumen:
durante más de una década. El periodo más convulso para la región de Toluca fue el que va de 1810 a 1816, durante estos años, los insurgentes buscaron detentar el poder por todos los medios a su alcance causando un desajuste político, social y económico de grandes magnitudes. Debido a que el levantamiento fue acogido por la mayor parte de la población, el gobierno virreinal intentó controlarlo y aniquilarlo desde los primeros días, sin embargo, ante la imposibilidad de lograrlo y con la propagación del movimiento obligó a la administración a tomar medidas más contundentes. Las acciones más importantes y, a todas luces, mayormente efectiva fue la movilización de cuerpos militares realistas, lo que dio paso a la consecución de batallas como las del Monte de las Cruces, la de Aculco y la de Calderón. La región de Toluca además de ser el escenario de las dos primeras, continuó siendo territorio de disputas donde los enfrentamientos continuaron. Estas acciones contrainsurgentes, donde se desplegaron grandes ejércitos, ocasionaron una serie de gastos y desembolsos que el gobierno no tenía contemplados, pues había que pagar entre otras cosas, un salario diario a cada soldado, dotarlos de uniformes, disponer hospitales para la atención de heridos en medio de la guerra y además contemplar una pensión o pago en retiro para los militares entre muchos otras erogaciones.