Resumen:
El proyecto de modernización de la educación superior impulsado
en México en 1990 vinculó la calidad de la educación a la mejora del
perfil de los profesores, lo que determinó la configuración de la política
de profesionalizción y las rutas de implementación. Desde la sociología
crítica propuesta por Popkewitz (1994), Popkewitz y Brennan (2000) y
la apropiación que realiza Juárez (2019) en el campo de la pedagogía,
se analizan los referentes normativos generales que ordenan la forma de
ser docente-investigador de educación superior; cómo se produce la vida
profesional a partir de las lógicas de profesionalización propuestas por
agencias como el Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores
(SNII) y el Programa para el Desarrollo Profesional Docente (PRODEP)
en una institución. El texto se organiza en tres apartados considerando dos niveles de análisis, el primer nivel aborda la lógica abstracta de la
política de profesionalización a partir de examinar el discurso normativo
que definen las agencias educativas que invierten en la profesionalización
y ordenan la forma o propician un modo de ser docente-investigador. El
segundo nivel pretende fijar provisionalmente las formas en que cualifican
o sustancializan el ser y deber ser, describiendo el dominio específico que
deben poseer sobre las funciones que realizarán.