Resumen:
Esta tesis busca identificar las sobremortalidades entre la población novohispana adulta y sustentar que fueron causadas por el tifo humano como brotes endémicos entre los años de 1805 y 1811, a parte del brote epidémico ya conocido de 1813-1814. El estudio se refiere al espacio que fue ocupado por varios pueblos agrícolas -de tradición indígena mazahua y otomí- localizados en la zona noroeste del actual Estado de México, agrupados en tres grandes regiones: los valles de Ixtlahuaca, Atlacomulco y Jilotepec. Se lleva a cabo la discusión historiográfica de los estudios sobre la identificación, la denominación y las explicaciones de estas sobremortalidades adultas. La hipótesis central de este trabajo sustenta que la sobremortalidad adulta observada halla su mejor explicación en la lógica epidemiológica del tifo humano –al ser excluido el origen zoonótico, en la rata y su pulga– y no en otros factores que han sido señalados por la historiografía tradicional en México como carencias alimentarias, hambre o fenómenos climáticos. Se busca comprender, con base en el análisis de los datos, la lógica de la incidencia y difusión del tifo como enfermedad endémica entre las localidades, lo que también explicaría el comportamiento del tifo humano durante el resto del siglo XIX y hasta su control, gracias a la aplicación del DDT, a principios del siglo XX.