Resumen:
Hacia finales del siglo XIX y principios del siglo XX, las emergentes teorías del desarrollo y evolución humana entraron en boga en las políticas públicas que pretendían la regeneración biológica y social de todos aquellos considerados un peligro para el desarrollo de la nación. La vida nacional y el patriotismo constituyeron una vanguardia que debía preservarse a toda costa, por lo que la eugenesia parecía una de las vías más factibles para llevar este objetivo a cabo. El apogeo de las teorías biológicas decimonónicas en la colectividad social y la progresiva institucionalización, llevaron a los gobiernos posrevolucionarios a la implantación de medidas eugenésicas de regeneración social. Los materiales que se usaron como soporte de esta investigación son fuentes secundarias, como libros, revistas, periódicos, artículos, entre otros, las cuales han servido como base estructural para la construcción historiográfica.
El método de análisis que se ha seguido es, el método deductivo historicista, el cual consiste en extraer conclusiones a partir de premisas, proposiciones, aseveraciones e hipótesis generales tratando de darle una aproximación al objeto de estudio como un producto del devenir histórico. En cuanto a los resultados, se ha obtenido que la educación formal e informal jugaron un papel relevante en la propagación de los ideales de mujer y hombre perfectos, la implementación de utopías sociales y morales; el seguimiento de heterónomas que servían para regular el comportamiento de las y los estudiantes dentro de las instituciones de enseñanza; así como también, la ejecución de lineamientos educativos a seguir con y para la población indígena, sobretodo dentro de la naciente educación socialista. Todas estas medidas tenían la función de aplicar una ingeniería social que renovará aquellas características fenotípicas y genotípicas consideradas un peligro potencial para la construcción de la nación, el progreso y principalmente, las clases dominantes.