Resumen:
El derecho a la alimentación adecuada se ejerce cuando todo hombre, mujer o niño, ya sea sólo o en común con otros, tiene acceso físico y económico, en todo momento, a la alimentación adecuada o a medios para obtenerla (ONU, 2023). Se han considerado estrategias en las políticas públicas para favorecer el acceso económico a los alimentos y con eso garantizar este derecho fundamental, pero se ha visto limitado en su cumplimiento para personas con características diversas en la población, por ejemplo, los pacientes hospitalizados, quienes tienen necesidades nutricionales específicas que derivan de condiciones propias de la enfermedad en curso, pero además de patologías previas con las que ya contaba el paciente, como aquellas crónicas no transmisibles, por ejemplo.