Resumen:
La sociedad actual de México se encuentra en una constante evolución
demográfica, epidemiológica, política y tecnológica acelerada, lo que ha
provocado un desequilibrio en el estado de salud de la población, lo que ha
generado un aumento en las causas de la morbimortalidad, modificando las
condiciones y estilos de vida de las personas afectando directamente su calidad
de vida.
La función del personal de salud, en particular del Nutriólogo es imprescindible,
puesto que su papel fundamental va orientado a la práctica preventiva y
promoción de la salud, desempeñándose con ética y humanismo en su labor,
aplicando y fomentando valores de respeto, honestidad, justicia, tolerancia,
solidaridad y altruismo en la sociedad, mediante un perfil de desarrollo y juicio
moral ante la toma de decisiones sobre conflictos éticos durante el ejercicio de su
profesión.(27)
Es por esto que en la educación de todo personal de salud se deben establecer
como objetivo unidades que trabajen el desarrollo del juicio moral de manera que
los estudiantes logren al final de su formación conseguir una correlación entre el
desarrollo cognitivo (adquisición de conocimientos para resolver problemas
clínicos) y el desarrollo moral.
Dentro de los estudios de la licenciatura en nutrición, la enseñanza de la ética se
realiza como un curso de segunda categoría, de este modo la moral queda aislada
de la vida misma, tanto del estudio del alumno, como del trabajo del profesional.
En este contexto, los principios y las normas morales se les presentan como si
fueran únicamente idealizaciones cognitivas o vivencias emocionales, y no como
la estructura de convicciones que organiza toda las formas de actividad social de
la persona