Evaluación del consumo de bebidas energizantes y estilo de vida en estudiantes universitarios

Abstract

La presente investigación se dirige directamente a la apreciación del análisis del consumo de bebidas energizantes en estudiantes universitarios y cómo su estilo de vida puede afectar directamente la existencia o no de ingesta y la cantidad de bebida que pueden llegar a consumir. El consumo de estas bebidas puede afectar la salud de los estudiantes universitarios, especialmente cuando se combina con un estilo de vida desfavorable. Este estilo de vida puede incluir hábitos perjudiciales como el consumo excesivo de tabaco y alcohol, la falta de sueño, el sedentarismo y una alimentación deficiente. La combinación de estos factores con el consumo desproporcionado de bebidas energizantes, ricas en cafeína, aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, trastornos mentales y problemas de sueño. Una buena alimentación juega un papel fundamental, ya que desde un principio condiciona la calidad de vida de cada individuo debido al papel esencial que desempeña en el rendimiento físico e intelectual. Por lo anterior, la alimentación es de suma importancia para la motivación del estudiante universitario, aspecto que a simple vista no se nota y que por lo general suele considerarse poco importante. También es muy probable que un adecuado consumo alimentario pueda contrarrestar los efectos del consumo excesivo de este tipo de bebidas, o, por el contrario, una mala alimentación puede acelerar los estragos que pueda tener la ingesta de estas bebidas. En promedio, un estudiante universitario consume alrededor de dos porciones de verduras y tres porciones de frutas, lo cual es una cantidad baja teniendo en cuenta que una buena alimentación no se basa solo en eso. Hay que considerar también el consumo de agua, ya que en promedio una persona debe consumir dos litros, cantidad que además puede variar dependiendo de la actividad física que realice durante el día, así como del consumo de azúcar, sales, grasas y productos ultraprocesados que pueden provocar que no se alcance el requerimiento energético requerido o, muchas veces, se sobrepase el mismo.