Resumen:
Al nutriólogo desde el inicio de su preparación se le educa para ser capaz de brindar una
mejor calidad nutricional a los individuos sanos y enfermos, para poder enfrentar alguna
enfermedad, vencerla y para conservar la vida pero no se le forma en el manejo de la
muerte, que resulta una situación inevitable para todo ser humano y que es el final
previsible de toda persona y una experiencia inaudible para todo el personal de salud, así
como para el nutriólogo ya que forma parte del grupo humano que por su labor, están
propensos a tener contacto con esta realidad.