Pobreza como ausencia de vida buena. Una interpretación desde la filosofía estoica

Abstract

En esta obra se analiza un concepto de pobreza diferente al abordado usualmente en las ciencias sociales, así como de la dominante visión estudiada en los ámbitos económico y político donde se concibe como carencia de bienes, ingresos, objetos y servicios; se interpreta la pobreza a partir de la ética; desde esta perspectiva filosófica es ausencia de vida buena en el ser total del hombre. Por lo que la noción ética de pobreza aquí sustentada trasciende la idea tradicional que, al no explorar proposiciones en otras dimensiones empobrecen la vida del ser humano. La revisión y análisis de la pobreza a partir de diversas perspectivas metodológicas tiene el propósito de conocer el estado del arte del objeto de estudio. Se delimitó la cuestión a los aspectos físico, social y mental por sus evidentes implicaciones en la vida de los seres humanos, para fundamentar porqué es una cuestión ética y moral que impacta la dignidad e impide el crecimiento y desarrollo plenos de las personas. La noción de desarrollo humano y el índice del mismo nombre definen y miden la pobreza a partir de los años noventa del siglo pasado hasta nuestros días, incluyendo otras variables más allá de la simple renta. De ahí la pertinencia de su estudio y comprensión dado que, a partir de ello, emerge la necesidad de reconceptualizar las nociones de “bienestar” y “pobreza”, esta última entendida como una falta de desarrollo de las capacidades humanas; en el entendido que las condiciones de carencia y exclusión limitan las posibilidades de ejercicio de dichas capacidades, se configura como un problema ético porque se limita el crecimiento y despliegue cabal de las cualidades cognitiva y racional en la persona para decidir y orientar la vida propia. Si bien las condiciones sociales configuran circunstancias de pobreza, es el hombre –físico y espiritual– quien experimenta en y por sí mismo la problemática. Saber de qué hombre hablamos es el propósito de la revisión de la antropología filosófica, donde se hace hincapié en los aspectos cultural, racional y religioso en tanto variables que determinan la idea que se tiene de él. La noción que subyace y coincide es la de “autorrealización” en el ser humano. Precisamente, la argumentación de una “vida buena” se orienta, en ese sentido, a alcanzar un florecimiento de la naturaleza humana moral del hombre tendiente a lograr su felicidad y practicar el arte de “vivir bien”. Se estudia la noción de vida buena a partir del pensamiento estoico para, posteriormente, analizar el fenómeno de la pobreza como una ausencia de vida buena. Se trata de un acercamiento e interpretación inédita desde la filosofía moral a un problema de innegables connotaciones éticas, porque limita la autorrealización y desarrollo plenos del hombre. En el ámbito físico, pobreza incluye insuficiente alimentación y nutrición personales, menor desarrollo y desempeño, incapacidad para enfrentar el dolor, la enfermedad, la inmovilidad y no desplazamiento del cuerpo humano...