Resumen:
Los temas de valores y ética han recobrado vital importancia en los últimos años, debido a los grandes problemas sociales que se viven. Han sido retomados bajo los criterios de la educación, de la antropología, de la filosofía, etc.; pero pocas veces se han referido desde una perspectiva evolutiva. Una visión evolucionista de la conducta humana permite apreciar una sociedad donde se observa la “sobrevivencia del más apto y fuerte”. Sin embargo, no hay evidencias biológicas consistentes para esta idea Darwiniana, para aclarar este pensamiento y otros problemas sobre la conducta ética, desde el punto de vista de la evolución, se muestra un planteamiento donde, a partir de evidencia biológica sobre la conducta social humana y sus mecanismos subyacentes en el cerebro,se pone de manifiesto cómo este importante órgano evolucionó para hacer posible la expresión de conductas con valores sociales. Este planteamiento se titula La ética del rey porque se describe las evidencias biológicas del comportamiento ético en función de la evolución, con el fin de ofrecer información al lector, haciendo alusión al libro de Peter Conradi El discurso del rey. En dicha obra se observa que lo que no se tiene se aprende, aunque el Rey no podía dar discursos por su tartamudez, finalmente, ante lo inminente de su cargo, se convierte en orador. El planteamiento también tiene una referencia con El cerebro del Rey de Nolasc Acarín, quien ofrece una descripción sobre la complejidad del cerebro en un lenguaje cordial para conocer su estructura extraordinaria, la única que se estudia a sí misma.