Mostrar el registro sencillo del objeto digital
dc.contributor.author | Aguilar, Luis | |
dc.date.accessioned | 2015-08-17T20:48:53Z | |
dc.date.available | 2015-08-17T20:48:53Z | |
dc.date.issued | 2015-08-17 | |
dc.identifier.isbn | 978-607-422-621-8 | |
dc.identifier.uri | http://ri.uaemex.mx/handle/123456789/21707 | |
dc.description | La Universidad Autónoma del Estado de México salvaguarda la producción, reproducción y divulgación del conocimiento y del arte. Por ello impulsa las creaciones de literatos contemporáneos e incentiva sus esfuerzos para fomentar el crecimiento cultural en nuestra sociedad. La importancia de la obra poética aquí reunida en el marco de la novena emisión del Premio Internacional de Poesía “Gilberto Owen Estrada”, refleja diversas formas expresivas de la lírica contemporánea al manifestar cambios y necesidades propios de nuestra sociedad, que se observan en las historias que superan el trasfondo de nuestra imaginación, guiadas por las palabras de sus autores y realizadas bajo el sello editorial de nuestra Alma Mater. Por ello, nos complace editar la obra literaria de los escritores mexicanos elegidos por un jurado internacional. Primer lugar: Muchachos que no besan en la boca, de Luis Aguilar; y dos menciones: Balacera, de José Armando Alanís Pulido, y En las lágrimas de la Abuela nunca retoñó un paquidermo, de Jesús Bartolo Bello López. ¡Nuestras felicitaciones y reconocimiento a los ganadores! Para la deliberación de este Premio contamos con la valiosa colaboración de Mohsen Emadi, de Irán –coordinador del jurado–, Joan Manresa y Juan Carlos Pajares de España, Francoise Roy de Canadá y Subhro Bandopadhyay de la India, quienes en reunión virtual deliberaron a los ganadores a partir de los 100 trabajos entregados provenientes de 10 países: Alemania, Argentina, Cuba, Colombia, Ecuador, España, Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela y México. Agradecemos a los participantes su creatividad, esfuerzo, disciplina y dedicación, así como su confianza al compartir sus obras literarias, que nos trasladan a horizontes y escenarios insospechados, para disfrute y reflexión de nuestros lectores. | |
dc.description.abstract | Escribir poesía que tiene en sí la dimensión de narrativa es la experiencia poética más peligrosa. Lo que se narra de una cosa casi siempre tiene cierta distancia con ella y esta distancia le da subjetividad. Por ejemplo, comprender el dolor del otro, en un primer paso, ocurre por la imaginación: como consecuencia de ver la realidad del otro como su propia realidad. Lo que no tiene la experiencia anterior a un dolor, no permite entender el dolor del otro. La literatura escrita en este nivel de conciencia se explica con la imaginación, la distancia y la historia corporal del narrador. Sin embargo, Ryokan, el gran poeta japonés, habla de otro tipo de conciencia. Una conciencia en que la ilusión y la realidad, lo particular y lo universal, son dos lados de una moneda. En esta formación de conciencia, la ilusión y la realidad comparten un cuerpo. La formación de pensamiento no es fractal. El pensamiento fracta es bastante platónico para no entrar en el mundo de Ryokan. Si la narrativa occidental de la realidad se basa en distancia y la subjetividad de la distancia, la narrativa oriental se forma por el hecho de compartir y por el acercamiento. Decía que escribir poesía que tiene en sí la dimensión de narrativa, es la experiencia poética más peligrosa. Pero, Luis Aguilar acepta este riesgo y escribe una poesía que ni se manifiesta como occidental ni como oriental. En su poesía, la distancia entre narrador del poema y el poeta es abismal. Esta oscuridad es hija de la extrañeza. La experiencia del exilio también está basada en la experiencia de la extrañeza y no en la distancia geográfica. En este sentido, el narrador de Muchachos que no besan en la boca es un extraterrestre. La extrañeza, cuando se narra en fragmentos, crea espacios vacíos. Estos espacios son el lugar donde ocurre la poesía. Lo que se dice, forma lo que no se dice. No es tan importante si el narrador explica que “…el invento más terrible de la humanidad/ no es la diplomacia/ ni el uranio enriquecido/: es la culpa”. En la distancia entre este fragmento y el siguiente vive un espacio vacío que nos invita a pensar en el sentido de esa culpa. En el siguiente fragmento, el narrador gusta de los océanos, aunque nunca había estado en un barco. Me pregunto: ¿el fracaso o la imposibilidad?, la extrañeza se crea ahí, en ese espacio oscuro entre el destino y la voluntad humana. Y quizá por eso la explicación de las situaciones en la poesía de Aguilar: adoptan forma de “naturaleza de la situación”. Escribe: “hablan de amor con la rapidez/ del relámpago” Como si así fueran sus naturalezas. Así son los otros. Pero, ¿la verdad es así? El narrador está en pie dentro del abismo de la extrañeza. Los espacios vacíos nos hablan de la geometría de este abismo: cuando pensamos en las distancias entre pronombres: en la naturaleza de “ellos”, en la cualidad de “tú” y en las fronteras en que “yo” se dibuja. Muchachos que no besan en la boca nos da la posibilidad de vivir en este abismo. El abismo de extrañeza. | |
dc.language.iso | es | es |
dc.publisher | Universidad Autónoma del Estado de México | |
dc.relation.ispartofseries | Colección Premio Internacional de Poesía “Gilberto Owen Estrada”; | |
dc.rights | openAccess | |
dc.subject | Muchachos | es |
dc.subject | besan | es |
dc.subject | boca | es |
dc.subject | poesía | es |
dc.title | Muchachos que no besan en la boca | es |
dc.type | Libro | es |
dc.provenance | Científica | es |
dc.provenance | Literaria | |
dc.road | Dorada | es |