Resumen:
Es satisfactorio ver cuando los adultos se acercan al
auténtico pensamiento del niño, a su espontánea conducta que
brota de sentimientos y emociones libres de prejuicios y de
miradas; de y hacia un mundo adulto convencional.
Hasta hace poco tiempo algunos escritores han
confundido lo “infantil” con lo “tonto” cuando redactan
cuentos “infantiles”. Olvidan que si un adulto es un niño que
ha crecido, entonces el niño debe ser una persona mayor en
potencia. Y ese olvido, que no es otra cosa que una gran falta
de respeto a los pequeños, provoca el desequilibrio al resaltar
la idea de lo ingenuo como un concepto obsoleto y
preexistente y no como una producción dinámica.
Presento a los ganadores del Primer Concurso de Cuento
Infantil 2014, organizado por el Centro de Actividades
Culturales de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Alexander Estrada Ramírez, ganador del primer lugar, estudia
la Licenciatura en Letras Latinoamericanas en la Facultad de
Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de
México. Su cuento alude a los robots, máquinas ya no tan
futuristas, por lo que se trata de un relato de ficción con un
contexto humanista que predice el riesgo de dependencia que
corremos los humanos con la incontrolada tecnología y un
franco apoyo a los libros. Su escritura es ágil y precisa, así que
ningún niño podrá aburrirse