Resumen:
Las transformaciones económicas, políticas y sociales que caracterizan a nuestro país en la ya avanzada segunda década del siglo xxi están vinculadas al contexto histórico endógeno y de manera creciente al exógeno, en este caso, en la medida en que la interdependencia, la globalización y la mundialización avanzan, y no sería exagerado que también lo estén a los escenarios prospectivos, toda vez que las premisas del futuro inmediato y de mediano plazo en buena medida ya están sentadas; difícilmente podríamos aspirar a un futuro promisorio y de alta calidad de vida si no procedemos con acciones políticas y estrategias orientadas en ese sentido; de igual manera, actualmente recibimos los beneficios, aunque también nos vemos desfavorecidos y padecemos por el conjunto de premisas, omisiones, excesos y políticas erróneas que se establecieron en los años y décadas pasadas en nuestro contexto histórico. En el ámbito de los órdenes de gobierno federal, estatal y municipal las transformaciones también son palpables, tanto, que instituciones como el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (clad) promueve anualmente su Congreso Internacional centrado en la Reforma del Estado y de la Administración Pública teniendo en cuenta los ajustes que de manera constante se imprimen a la institución política por antonomasia: el Estado y por extensión a su brazo ejecutor, a través del cual se hace presente en el conjunto de la sociedad el poder político: la administración pú- blica, que es el vínculo fundamental entre aquél y la sociedad misma, a quien organiza, dirige, tutela y promueve, con el objeto de desarrollar los elementos constitutivos fundamentales de la vida de los individuos, de los grupos y de la comunidad. Asimismo, día a día construye una mejor calidad de vida cuidando de fortalecer el tejido y la cohesión social con el propósito de mantener y realimentar la sociabilidad natural del ser humano. El contenido del presente libro se centra fundamentalmente en el orden municipal de gobierno y, en menor medida, en el estatal; en este sentido, cabe destacar que el debate en torno al tercer orden de administración y gobierno del Estado federal mexicano es de antigua data, en particular a partir de su inclusión en la legislación de la tercera Constitución federal de México, en la cual quedó fuertemente supeditado a los órdenes estatal y federal, no se le brindó el carácter de gobierno, ni se le revistió de las potestades fiscales suficientes, y las responsabilidades, funciones y cometidos de que fue dotado no pasaron de la prestación de servicios públicos elementales; de esta manera, se refrendó la debilidad congénita que ha caracterizado al municipio mexicano prácticamente durante todo el México independiente; cabe recordar que a partir de 1917 se definió al municipio como la base para la división territorial del país y para la organización política y administrativa de las entidades federativas, así se le adjudicó un papel básicamente de administrador y gestor. Aunque se hizo referencia al municipio libre con cierta autonomía, no se terminó por brindarle o allegarle los recursos para que ello fuera posible