Resumen:
La migración como objeto de estudio, tiene una larga historia, por todas las implicaciones que de suyo tiene; por tanto se ha estudiado desde distintos enfoques: económicos, sociales, educativos, demográficos, entre otros. Condición que ha coloreado de distintos matices a las causas y consecuencias de este fenómeno como parte la vida de muchas sociedades, y por tanto de la historia de la humanidad.
De manera particular la migración de la que haré referencia es la que se lleva a cabo entre México y Estados Unidos y, considero ambas naciones, dado que no refiero únicamente la emigración de nuestros connacionales hacia la Unión Americana en busca del American Way of Life, abordo también esos procesos de retorno a nuestro país; así mismo de los sujetos participantes en estas movilizaciones, que incluye no sólo a los masculinos jóvenes, pues, en las últimas décadas también han aparecido en escena mujeres que migran, de igual forma en la búsqueda de mejores condiciones de vida.
Existe también otro sistema que emerge producto de estas nuevas dinámicas en el fenómeno migratorio: una tipología familiar, la familia transnacional, en estas movilizaciones, dándole un matiz particular a las diásporas; entre otras cosas por los distintos territorios en que se conforma, y las diversas maneras de relacionarse.
Es así que la estadía en dos espacios geográficos, lleva a nutrir a todos los integrantes de la misma de una lengua distinta a la materna (la de los padres y madres), una cultura que le provee de un sin número de matices evidentes particularmente en los hijos, -muchos de ellos nacidos en EUA- y donde se derrumba la muy escuchada frase de no ser ni de aquí ni de allá, por el contrario