Resumen:
La administración pública debe tener como una de sus principales vertientes la profesionalización de los servidores públicos, esto se ha convertido en la actualidad en un asunto de la agenda político administrativa mexicana, tanto en el ámbito federal, estatal como local, puesto que es un componente de la democracia gubernativa, pues al tener efectos como ineficiencia y baja calidad, tiene como consecuencias dificultades en la toma de decisiones públicas del gobierno en sus tres órdenes.
El 10 de abril del 2003, se aprobó y firmó en el ámbito federal la Ley del Servicio Profesional de Carrera de la Administración Pública Federal,1 como un instrumento de estabilización para el manejo del aparato administrativo y reconstrucción de la confianza del gobierno democrático, tener una calidad institucional y regular relaciones entre los poderes públicos, niveles de gobierno y los ciudadanos.
En México y principalmente en sus municipios, no existe una preparación de los servidores públicos, capacidad administrativa y gobiernos de calidad. El principal obstáculo es la politización que existe dentro de la administración pública municipal, caracterizado por un alto grado de afiliación partidista, compadrazgo, clientelismo, corporativismo, amiguismo, lealtades y nepotismo, por una ausencia de mecanismos que permita el reconocimiento, ascenso y “premio” al funcionario público.