Resumen:
La problemática ambiental va creciendo día a día y la manera en que se manifiesta es muy evidente en estos tiempos, razón por la cual, la propuesta de investigación educativa, que hoy se reporta, fija en el horizonte retos de formación en valores, que determinen actitudes y comportamientos de responsabilidad ciudadana, pero también que incluyan conocimientos y habilidades que incidan en la problemática. Es por esto que cualquier ejercicio de educación tiene que incluir la aplicación de saberes: cognitivos, procesales, actitudinales y axiológicos, no solo para trascender en la formación del individuo, sino para que su actuar influya en la disminución del deterioro y contaminación del medio ambiente.
En tal sentido, la educación ambiental se justifica por su papel estratégico en la formación de ciudadanos responsables por la vida digna en el planeta. Esto empieza en el núcleo familiar y se extiende a la sociedad, a través del aprendizaje socializador con los padres, profesores, agentes políticos y sociales.