Resumen:
El mundo globalizado en el cual se encuentran sumergidas las organizaciones, cuyo entorno de competitividad conlleva a una permanente revisión de conceptos, estrategias, y metodologías. Los altos niveles de competencia en los mercados
internacionales y de nuestro país, han llevado a las empresas a la conclusión que para sobrevivir y tener éxito en entornos más agresivos, ya no basta mejorar sus operaciones ni integrar sus funciones internas, sino que se hace necesario ir más allá de las fronteras de la empresa e iniciar relaciones de intercambio de información, materiales y recursos con los proveedores y clientes en una forma
más integrada, utilizando enfoques innovadores que beneficien conjuntamente a todos los actores de la cadena de suministros y logística. Sin embargo, adolecen de problemas estructurales determinados por la baja calificación de recurso humano, las limitaciones tecnológicas y el acceso de bienes de capital, el limitado acceso a los recursos financieros, baja calidad de gestión empresarial; reduciendo
la inserción en los mercados.
Los mercados exigen costos cada vez más bajos, alta calidad de productos y servicios, el tiempo de entrega deben ser más cortos. En este contexto las empresas están implementando, cada vez más, estrategias de colaboración con el fin de aprovechar los recursos y el conocimiento de los proveedores, clientes, que coordinan e integran tanto el flujo de productos como la información a lo largo de la cadena de suministro.