Resumen:
La historiografía reciente sobre el movimiento de Independencia y en particular sobre la participación de José María Morelos y Pavón, caudillo indiscutible de la insurgencia del sur, ha logrado enormes avances y valiosas aportaciones que nos permiten entender, de manera más clara y precisa, la gran gesta heroica de nuestra historia nacional. Estos notables avances han incursionado en varios puntos relevantes sobre la trayectoria y el legado histórico de quien fuera conocido como el Rayo del Sur. Así, por ejemplo, hoy tenemos estudios del Morelos prerrevolucionario que nos aportan datos sobre la infancia y juventud de este insigne personaje, entre los cuales podemos buscar los motivos que lo inspiraron a abrazar el movimiento insurgente. Otras investigaciones han centrado su atención en las estrategias bélicas y las grandes victorias del cura de Carácuaro, para mostrar el genio militar de quien era sólo un soldado de Cristo. Destaca, por supuesto, la avalancha de investigaciones históricas que han tenido como foco la figura de Morelos como estadista, pues desde sus inicios en el movimiento insurgente tuvo una visión clara sobre la apremiante necesidad de erigir una nueva nación fundamentada en la construcción de un nuevo estado, con autoridades americanas electas, con nuevas instituciones jurídico-políticas y con nuevos principios liberales. Estos últimos estudios se han basado en los valiosos documentos signados o atribuidos, total o parcialmente, al caudillo del sur: los Sentimientos de la Nación, el Reglamento del Congreso de Anáhuac, el Discurso de apertura del Congreso de Chilpancingo y, claro está, la propia Constitución de Apatzingán...