Resumen:
El crecimiento urbano tanto de la Ciudad de México como de la Ciudad de Toluca ha dependido de la continua disposición de los recursos del Acuífero del Valle de Toluca (AVT), por lo que los altos niveles de explotación han provocado un impacto negativo en el acuífero como el descenso del nivel freático, la disminución de caudales en ríos y desecación de humedales. La máxima expresión de la explotación del acuífero en la superficie la identificamos a partir de procesos de subsidencia del terreno que pueden llegar a afectar el equipamiento urbano y uso habitacional. Dichos procesos diferenciales pueden ser intensificados cuando el acuífero se encuentra constituido geológicamente por rellenos granulares y por la compactación de los materiales que rodean la cuenca, es decir, la presión ejercida sobre el terreno.
Existen diversos factores que causan el abatimiento del Acuífero del Valle de Toluca. En los últimos 60 años el Estado de México abastece de agua potable al Valle de México cubriendo el 30% del líquido consumido en el Valle diariamente, lo que ha dado como consecuencia una sobreexplotación a un ritmo mucho mayor correspondiente por la densidad de población que alberga el Valle de Toluca.