Resumen:
Para muchos las ciencias de la información y de la comunicación no alcanzan una dignidad cientíÀca como otras disciplinas de tradición, de cuyos estatus epistemológicos parecen guardar una inmanencia cientíÀca. Sin embargo, y gracias a una permanente vigilancia epistemológica, toda disciplina debe actualizar sus objetos, teorías, métodos y hasta técnicas, ya que toda ciencia se debe a una historia y a proyectos humanos, es decir a las formas de problematizar los objetos de estudio. En este contexto, las ciencias de la información y de la comunicación, desde la complejidad de su episteme, no se diferencian del resto de las disciplinas de las ciencias sociales e incluso de las ciencias llamadas duras.
Descripción:
Para muchos las ciencias de la información y de la comunicación no alcanzan una dignidad científica como otras disciplinas de tradición, de cuyos estatus epistemológicos parecen guardar una inmanencia científica. Sin embargo, y gracias a una permanente vigilancia epistemológica, toda disciplina debe actualizar sus objetos, teorías, métodos y hasta técnicas, ya que toda ciencia se debe a una historia y a proyectos humanos, es decir a las formas de problematizar los objetos de estudio. En este contexto, las ciencias de la información y de la comunicación, desde la complejidad de su episteme, no se diferencian del resto de las disciplinas de las ciencias sociales e incluso de las ciencias llamadas duras.