Descripción:
Después de un largo periodo de gobierno federal en manos de representantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), a fines del año 2000 asumió el poder federal de la Presidencia, Vicente Fox Quesada, miembro del Partido Acción Nacional (PAN), seguido en 2006 por el actual presidente del mismo partido político Felipe Calderón Hinojosa. El pueblo de México optó en ambas ocasiones por el cambio no tanto de partido político sino más bien del modo de ejercer el poder, tras la búsqueda de mejores condiciones de calidad de vida en todos sus aspectos. La experiencia vivida por los mexicanos nos muestra que esto no ha sido suficiente, pues, aunque el "presidencialismo" pareciera haber quedado atrás, los hechos muestran que transitamos por un camino de un "tira y afloja" de una especie de "camarismo", con el riesgo de alejarnos más de un proceso real de democracia. Para ello, es necesario recordar el por qué de los orígenes de la división del poder gubernamental, en poder ejecutivo, legislativo y judicial. Mas, para que esta división pueda funcionar con más eficiencia y eficacia, se requieren, a mi parecer, tres condiciones de posibilidad, estrechamente vinculadas entre sí, a saber, límites y alcances de la democracia, de la libertad y del valor social de corresponsabilidad. De donde infiero que, sí y sólo si ejercemos nuestra libertad con responsabilidad en un contexto democrático equitativo, podríamos corresponsablemente construir o reconstruir una sociedad más estable y segura, que nos permitiría vivir en paz o al menos con menos violencia.