El artículo tiene como objetivo plantear la idea de que el territorio es una variable estructural y estructurante para comprender la dinámica de las desigualdades económicas y sociales. Por lo que se propone que el conocimiento histórico-social de lo regional es fundamental para conocer el sistema de desigualdades y violencias existentes en determinados espacios sociales, así como para comprender su dinámica histórica de reproducción. En tal cuestión, dicha idea se ejemplifica a través de dos casos regionales mexicanos, en donde el uso y modificación de los recursos hidráulicos han tenido un impacto sustantivo en la generación de desigualdades y formas de violencia: valle de Toluca y del valle del Mezquital.