Resumen:
La competitividad urbano-industrial representa una herramienta de política urbana para hacer más atractivas las regiones industriales en términos de inversión por medio de mejoras en la infraestructura para el desarrollo económico y en los servicios que brinda a los industriales. Esta ha sido utilizada como un elemento para evaluar la participación de los parques industriales tanto en el ámbito nacional como internacional.
La importancia de los parques industriales radica en que estimulan el establecimiento de empresas industriales en áreas que requieren generar desarrollo, empleos, bienestar social y económico, así mismo un parque industrial debe ofrecer infraestructura, urbanización y servicios de la mejor calidad para ser eficiente y competitivo (SE, 2010 b).
Además los parques industriales favorecen el ordenamiento de los asentamientos industriales, hacen un uso adecuado del suelo, proporcionan condiciones idóneas para que la industria opere eficientemente y se estimule la creatividad y productividad dentro de un ambiente confortable. De igual forma coadyuvan a las estrategias de desarrollo industrial de una región (SE, 2010 b).
Los parques industriales hacen posible el uso de infraestructura física indispensable para la producción industrial (energía, agua, telecomunicaciones o tratamiento de aguas residuales) y ayuda a los emprendedores a incorporar servicios (infraestructura de conocimiento intelectual) necesarios para lograr negocios exitosos (organización gerencial, administración financiera; administración de riesgos; financiamiento, desarrollo y consultoría legal). Un parque industrial competitivo no es aquel que sólo logra captar inversiones por sus bajos costos de mano de obra, sino el que crea mejores condiciones, capacita más a la fuerza de trabajo, eleva la productividad y oferta mejores condiciones urbano-industriales e institucionales, ya sea en términos de infraestructura básica y de comunicaciones, como en calidad de los servicios especializados, innovaciones tecnológicas, medio ambiente sustentable, instituciones transparentes, calidad en las regulaciones, combate a la inseguridad y promoción industrial; es decir, mejores condiciones generales para la producción económica industrial.
Dado que la competitividad representa una herramienta de política urbana para hacer a las regiones más atractivas a la inversión, el Estado de México es un importante detonante para los desarrolladores de parques industriales en el ámbito nacional. Esto en razón del impulso que se ha dado a la modernización de infraestructura industrial de comunicaciones, lo que permite a clientes industriales provenientes de otros estados e incluso de otros países, asentarse en el territorio mexiquense.
De acuerdo con la distribución geográfica de parques industriales, la región centro-este correspondiente al Estado de México, Distrito Federal, Morelos, Puebla, Querétaro y Tlaxcala; atrae el establecimiento de empresas por las considerables ventajas locacionales que presenta al disponer de la más desarrollada infraestructura del país y constituir el primer mercado de consumo y fuerza laboral. El 75% de las empresas que se han descentralizado de la ciudad de México se encuentran localizadas en la región central. Así, el Estado de México tiene el 37.9% del total de parques industriales de la región centro-este; considerada como la más industrializada (Garza, 1986).
La identificación de los factores determinantes de la ventaja competitiva locacional, por parte de cada uno de los municipios pertenecientes al Estado de México, en los que se encuentran los diferentes parques industriales, permite desarrollar un ambiente propicio para la instalación de nuevas empresas y la re-localización de las existentes, y con ello, la atracción de capitales inversores y la generación de fuentes de empleo.