Resumen:
Pensar la función social de las universidades, en general, para el siglo XXI, significa profundizar en su fuente. Desde la creación de la primera universidad en Bolonia, en 1089 hasta la fecha, han pasado casi mil años, y en ese pasar, el sentido de su quehacer ha desbordado en una serie de posibilidades, derivadas éstas de su relación con el ámbito de las circunstancias sociales y de pensamiento que en cada época se han suscitado.