Resumen:
Los procesos de incorporación a un grupo o una serie de prácticas sociales particulares implican el desarrollo de vínculos comunitarios cimentados en sistemas donde se expresan las dimensiones de “uno” y “los otros” en niveles tanto individuales como colectivos. Estos sistemas, entendidos como referencias, vinculan dialécticamente lo subjetivo con la generalidad mediante valores, normas y representaciones sostenidas en códigos, valores, proyectos y experiencias.
El individuo en este contexto puede construir mediante diversos recursos, formas de “estar en el mundo” a partir de una “búsqueda de sentido” que permite resolver de manera funcional, los problemas de la vida cotidiana mediante la explicaciones materiales o simbólicas. Conflictos como la muerte, las desigualdades económicas o políticas así como la exclusión a distintos niveles son explicados mediante una serie de expresiones culturales que funcionan como alternativas donde puede escribirse de manera constante la historia personal.