Resumen:
La complejidad de los escenarios sociales en esta época neoliberal, competencia de cada uno de los actores que se encuentran inmersos en mayor o menor medida en el seno de tal paradigma, resulta evidente hasta para el menos instruido, pues es claro que no es necesario ser un erudito en la materia para comprender la divergencia latente en el interés del consenso y compatibilidad en tanto correspondencia y/o aceptación de ideas; hablo de la dificultad que incorpora en sí, el empeño al compromiso para transigir en intersubjetividad, puesto que, para inscribirse en la comprensión mínima de la complejidad a la que se alude, basta tan sólo con pronunciarse como el sí del propio sujeto en la vorágine del universo de acción donde desarrolla sus actividades, es decir, en sociedad.
Descripción:
Se considera al Estado como la organización política suprema de un pueblo. Desde tiempos remotos el hombre se organizó, primeramente, en sociedad para poder subsistir y, posteriormente, a medida que se desarrolla, sus necesidades crecen obligándole a organizar su vida política, a través de uno de sus elementos esenciales denominado “Estado”; el cual debe entenderse aquí, no como una simple estructura social, sino como la posibilidad de organización –social– que garantice el desarrollo del ser humano, que es en última instancia, el fin que se ha perseguido; desafortunadamente, la praxis ha dejado ver una situación antagónica a dicho fin, que dista mucho de sus orígenes o bien, de la presunción de su pretensión.