Resumen:
Hace ya varios años, de manera meramente casual –o, bien, si creemos que en realidad nohay casualidades, de manera causal–, tuve noticia de una filósofa española que escribiósobre la poesía, que era leída por poetas que son mis contemporáneos y cuyas reflexionesen la materia influían sobre su quehacer artístico. Era María Zambrano. Dado que soypoeta, que me dedico al arte cuya materia es el lenguaje, mi interés fue inmediato. En pocotiempo, ya tenía entre mis manos Filosofía y poesía y lo leía con avidez. No soy filósofo deformación, pero siempre me ha atraído esta disciplina, así que, aunque de forma autodidactay sin orden alguno, había realizado ya lecturas de obras filosóficas, por lo que de inmediatome di cuenta de que me encontraba ante un pensamiento sui generis.
Descripción:
En este primer capítulo analizaremos las relaciones, ciertamente problemáticas, pero nuncatanto como apunta María Zambrano en Filosofía y poesía, nunca de manera irresoluble,entre filosofía y poesía. La conjunción de ambas es uno de los motores e hilo conductor, talvez el más importante, de la obra de María Zambrano, tanto filosófica como literaria.