Resumen:
Los progresos registrados en los métodos de vigilancia fetal anteparto, resultado de una preocupación creciente por la salud perinatal, junto a un mejor control de las enfermedades maternas y la reducción de los riesgos anestésico, infeccioso y quirúrgico, inherentes al procedimiento, han contribuido a la amplia difusión de la operación cesárea como una herramienta que asegura la sobrevida del feto y de la madre en diversas condiciones de riesgo.
Sin embargo, en la actualidad, el aumento de las cesáreas en la población general no guarda proporción con la disminución de la mortalidad y morbilidad perinatal, por lo que no resulta comprensible que esta operación sea utilizada tan o más frecuentemente que la vía vaginal, y sin que esto signifique más una mejoría en las condiciones de los niños al nacer. Por lo anterior, la tendencia ascendente en la práctica de la operación cesárea es motivo de preocupación mundial.
La Organización Mundial de la Salud menciona que en ninguna región del mundo se justifica una incidencia de cesárea mayor de 10-15%, sin embargo su frecuencia no parece disminuir en las últimas dos décadas, así como la morbimortalidad secundaria al procedimiento (2).
Descripción:
El único factor de riesgo que mostró significancia estadística, fue la
indicación de la operación cesárea, considerando a la cesárea de
urgencia un factor de riesgo importante para presentar infección como
complicación postoperatoria. Del total de las pacientes con infección de
herida quirúrgica el 89.2% fue secundaria a una indicación de urgencia.
En lo que respecta a la diferencia de tipo de infección, esta indicación
estuvo presente en totalidad de las pacientes con infección de órganoespacio-
endometritis, y en las de pared abdominal fue factor en el 85.5%