Resumen:
El capitalismo instituyó nuevas sinergias en sus sociedades, las cuales, tuvieron sus bases en el adelanto tecnológico y en el acelerado desarrollo industrial, se hace referencia a estos aspectos principalmente porque así como en las sociedades simples y las que se desarrollaron antes del capitalismo, la religión y el linaje dirigieron el desarrollo urbano, mientras que en las sociedades capitalistas las fábricas fungieron como polos de atracción que configuraron el espacio social incidiendo a su vez en la orientación del crecimiento urbano.
“Con la consolidación de un capitalismo occidental dominante, poco a poco se han ido estableciendo nuevas formas de interacción y de conformación de comunidades. Los cambios en los espacios públicos y privados tienden a especializar sus funciones y su fisonomía se transforma para ajustarse a las nuevas finalidades en respuesta a la polarización, la segregación, la fortificación y el aislamiento” (Rodríguez, 2004: 131).
Las actividades productivas derivadas del capitalismo dieron forma a nuevas estructuras sociales, así como a la redistribución de los espacios constituyendo con ello, nuevas sinergias de crecimiento del espacio urbano, espacios en los que se tendió a especializar las actividades y a consolidar nuevas formas de la estructura urbana.