Resumen:
La serpiente sin ojos es una novela de ríos, de fantásticos lugares y hombres atados a sus deseos. Caudales de agua con la intensidad propia de los ímpetus de conquista, de los peores vicios, las grandes virtudes y los desasosiegos propios del amor y la pasión de los cuerpos, su flujo narrativo despliega una serie de geografías dramáticas: la de lugares interminables (Santafé, Piura, Machifaro, Tupinambara), la de individuos con caracteres múltiples y los sentimientos de esos mismos hombres y mujeres enclavados en las selvas, ríos y desiertos entre Panamá y el Perú que sirven de escenario para el viaje, la guerra, la conquista y el amor. Los personajes, inmersos en la sociedad colonial del siglo XVI, se encuentran en un mundo en formación, pero herido por las múltiples calamidades de la Conquista, viven en una atmósfera de tensión donde la violencia es constante, están atrapados a la vez que lastimados, por decirlo de alguna manera, en y por el eco de un tiempo histórico cruel aderezado por las corrientes de avaricia que corroen los impulsos humanos, fuerzas enigmáticas que juegan con ellos cual marionetas inefables del destino.