Resumen:
Estaba amaneciendo, lo noté porque la ventana de mi recámara daba una bienvenida total a los rayos del sol. Abrí un ojo cuando escuché la alarma de voz diciendo: “Siete de la mañana, si no te levantas se te hará tarde”. No le hice caso y seguí dormido unos minutos más, hasta que el robot que tenemos en casa me despertó.