Resumen:
Los puentes vehiculares son monumentos majestuosos en el mundo de la ingeniería, desde el sencillo puente de vigas, a los majestuosos puentes colgantes, atirantados, o los hechos en forma de arco, los puentes permiten comunicar a dos puntos geográficos de manera rápida y segura, trayendo con ellos una gran cantidad de beneficios de manera indirecta que se pueden resumir en comunicación, salud, trabajo y desarrollo. El proyecto y cálculo de los puentes, pertenecen a la ingeniería estructural, siendo numerosos los diseños que los ingenieros han diseñado y construido a lo largo de la historia, influenciados por los materiales disponibles, las técnicas desarrolladas, y los recursos económicos de cada época [1].
Durante la vida útil de un puente vehicular, éste, deberá resistir solicitaciones permanentes, variables y accidentales para cumplir el objetivo estructural para el cual fue construido, sin embargo además de las mencionadas anteriormente existen otros tipos de solicitaciones como las ambientales, que son producto de la exposición del puente a la intemperie, siendo la corrosión en el acero de refuerzo uno de los principales factores de fallas importantes, ya que éste fenómeno disminuye la resistencia y durabilidad de los elemento estructurales, e incluso llevándolos al colapso sin haber alcanzado su máxima resistencia. Generalmente la corrosión del acero de refuerzo en puentes de concreto se inicia por penetración de cloruros en regiones marinas o por carbonatación en zonas rurales e industriales [2].
Descripción:
Se obtienen estimaciones de los tiempos de inspección de un puente, hasta los cuales se puede esperar antes de que su nivel de seguridad disminuya a niveles peligrosos. Lo anterior, con técnicas de confiabilidad estructural.