Resumen:
México en los últimos años ha empezado a cambiar significativamente su estructura demográfica, por lo cual empieza una fase de transición demográfica que según Thompson (1929), demuestra un incremento en la población adulta mayor, debido a la disminución en sus tasas de natalidad y mortalidad, aunado también, al factor de la migración de la población joven hacia lugares en donde existan mejores condiciones de desarrollo; este tipo de cambios demográficos ya han ocurrido en Europa, Estados Unidos y recientemente en algunos países de América Latina y el Caribe (CEPAL 2012), cada uno con factores diferentes.
LoscambiosqueseobservanenlabaseycimadelapirámidepoblacionaldeMéxico, implica que acontezca cada vez más población adulta mayor, como lo demuestran las proyecciones de CONAPO (2012), donde se contó en el año 2010 con 7.1 millones de personas y posteriormente se proyectan 23.1 millones para el año 2050, indicando así quelapoblaciónnacionalestáenvejeciendoyelloimplicaenestetipodepoblación,por lo general, no solo una pérdida de capacidades físicas, si no de capacidades financieras, que acentúan su vulnerabilidad, su dependencia y su discriminación, lo que disminuye seriamente su calidad de vida y autoestima (Garrocho & Campos 2005). Cabe mencionar que el envejecimiento presenta una desigualdad social, esto debido a que el adulto mayor radica en lugares de pobreza, problemas en la vivienda y barrio, abandono y falta de ayuda (Sánchez González 2009), manifestando así su exclusión social; pero el envejecimiento poblacional se está evidenciando en una desigual distribución espacial, presentandounmodelopolarizadobasadoenlaconcentraciónurbanayenladispersión rural (Sánchez González 2007).