Resumen:
En la identificación de valores para los gobiernos es posible establecer dos criterios. En primer lugar, aquél que señala que cada país tiene una historia, unas costumbres, una naturaleza, una cultura y, por lo tanto, unos valores específicos que en ocasiones no se comprenden desde un punto de vista externo. Este criterio rechaza la existencia de principios universales para los servidores públicos, negando así la posibilidad de una ética mundial. Esta corriente reconoce diferentes éticas en el mundo y sostiene incluso que cada país cuenta con una ética propia. El segundo criterio afirma que es posible identificar valores comunes para el ámbito público argumentando la existencia de éstos en diversos países. De hecho, ya sea en Oriente u Occidente, los gobiernos y administraciones públicas manejan principios comunes para sus gobernantes. Los encuentros, foros y congresos internacionales sobre combate a la corrupción y fomento de valores éticos son espacios donde generalmente se coincide en la necesidad de principios y valores éticos comunes.