Resumen:
Oh Instituto Científico y Literario Autónomo del Estado de México (ICLA), las
palabras de tu título guardan la sabiduría del periodo de tu vida institucional 1828-
1956, que aún nutre a toda juventud mexicana anhelante y confiable de formarse
integralmente como profesional de áreas del conocimiento y de las artes, de ideas
con pensamientos, en torno al bienestar, el desarrollo y el progreso de los estratos
de la sociedad multicultural de la nación mexicana.
Tu radiante sabiduría, irradia nítidamente el conocimiento universal de las
ciencias naturales de contextos mexicanos de tus ilustres catedráticos institutenses.
Conocimiento heredable a la juventud de generación tras generación que escucha
su llamado. Tanto así es que en el instante de la conversión de ICLA a Universidad
Autónoma del Estado de México (UAEM) en 1956, continúo presente para ser
herencia de la juventud mexicana abierta a un despertar de conocerse a sí misma
y a la patria mexicana a través del trabajo intelectual y civilizado.
Pero radiante sabiduría del ICLA penetraste tanto en el corazón de tus
institutenses, que crearon escuelas e institutos en torno a las ciencias naturales no
solo para enseñarlas sino, también, para crear y recrear el conocimiento universal
en suelos de la Patria mexicana. Así surgen los espacios universitarios de la
escuela de Ingeniería, Medicina, y de Enfermería con la escuela de Pedagogía.