Resumen:
La hemostasia primaria, hemostasia secundaria y el sistema fibrinolítico conforman una facultad indispensable para la regulación homeostática del organismo por lo que cualquier alteración ya sea en uno o en varios de los eslabones que conforman el proceso de coagulación deriva en trastornos hemorrágicos, trombóticos o ambos denominados como coagulopatías (Amy y Mauria 2012). Las coagulopatías de tipo adquirido (ver cuadro 1) se clasifican de acuerdo a su mecanismo patogénico tales como el déficit de aporte o de síntesis de factores, consumo de los mismos o presencia de antagonistas y anticuerpos (Ac) que impiden su correcta función (Byers, 2013).