Resumen:
La historia de las ciudades, como ellas, va construyéndose en paralelo, pues ahí se imbrican las más profundas vivencias y contradicciones humanas. Son el reflejo de una cultura prevista de amplias posibilidades para integrar en una sola realidad las más puras expresiones de los que en ella habitan. Santo Domingo, la ciudad primada no es la excepción en este proceso, l a ciudad ejemplifica desde sus inicios un proceso de reconfiguración donde el ejercicio del poder se materializó en la distribución socioespacial. Y más tarde con el establecimiento y permanencia de gobiernos autorita rios la ciudad fue escenario del protagonismo de los actores políticos: Trujillo y Balaguer. El primero autonombrado Benefactor de la Patria N ueva, hizo de la ciudad su espacio personal, cuya característica principal fue el culto a su personalidad. El seg undo le sumó la modernidad y el progreso Ambos, contribuyeron al discurso legitimador del poder político sobre cuya base descansó el proceso de dominicanización durante el periodo de (1955 - 1978)
Descripción:
La investigación que se p resenta plantea como hipótesis la importancia de empezar a valorar y entender que el proceso urbano forma parte de una cultura, de una época, y que se vincula con las categorías estilísticas de la misma. Aquí se exponen diferentes aspectos que van desde la estructura del régimen político, hasta la configuración de la ciudad y la sociedad de Santo Domingo que fueron proyectados y llevados a cabo durante el período de estudio. Durante el cual la ciudad bajo gobiernos autoritarios (Trujillo y Balaguer) se configura una idea de la ciudad estrechamente ligada a una identidad afianzada en la dominicanidad. Por su carácter de producto individual y hasta utópico, en la ciudad se puede distinguir la correlación entre los "proyectos urbanos" entendidos éstos desde la lógica personal y no desde la perspectiva de las instituciones gubernamentales; los diversos aspectos de la cultura de un pueblo fuertemente marcados por el sello de la figura en el poder, se vislumbran también en las obras cuya magnificencia sugieren visualmente la tarea de preservar la cultura en sí misma pero de manera significativa la presencia de la figura del poder. La realidad urbana viv ida en Santo Domingo, República Dominicana durante el período de estudio, fue construida no necesariamente con el espíritu nacional y cultural, sino que la ciudad fue vista como una realidad producto de la integración de acciones que sugieren el culto a la personalidad de los actores políticos. El planteamiento que aquí se ofrece es producto del análisis y de la constante búsqueda de una interpretación para dilucidar la interrogante sobre la influencia existente, o no, de corrientes urbanísticas y arquitectónicas externas para la imagen de la ciudad. Y en todo caso , si el modelo de ciudad europeo y norteamericano tuvo que ser replanteado bajo la lógica y dinámica pol ítica del gobierno de Trujillo y Balaguer en la Republica Dominicana. La disciplina urbanística, en América Latina, por lo menos a partir de principios de siglo XX, ofreció alternativas para la distribución de los espacios, lugares en los que claramente estaban definidas las actividades económicas, y sólo en algunos casos, la pretensión d e que éstos fueran viv idos y reproducidos socialmente. Con esta aseveración nos acercamos a la comprensión coyuntural en la que estaban sumergidos los países europeos, cuyo proceso de reconstrucción estuvo condicionado por factores de distinta índole com o: la nueva distribución geográfica, los eventos migratorios y la nueva di námica industrial. Factores que impactaron en América Latina tras la ola migratoria que se estableció en el continente y que dinamizó el nuevo orden espacial