Resumen:
La conclusión principal de este trabajo es que el Caribe, integrado por 29 entidades políticas, se debe dividir en dos regiones: la española y la germano‐francesa (integrada por tres subregiones: los Caribes inglés, francés y neerlandés). La primera (compuesta de Cuba, Puerto Rico y República Dominicana) pertenece a un área
cultural más extensa, Iberoamérica. La segunda (integrada por el resto de las islas situadas entre Norteamérica y Sudamérica, así como por Bermudas y las tres Guayanas) constituye por sí sola un área cultural plenamente diferenciada de América, continente que se considera integrado por tres áreas culturales: Iberoamérica, Caribe
germano‐francés y Norteamérica germano‐francesa. Por su parte, Belice, de acuerdo con los criterios lingüísticos y étnicos empleados, es un país “híbrido”, en el sentido de que conjuga características de Iberoamérica y del Caribe germano‐francés. Todo lo anterior pone en entredicho la validez de las divisiones más usuales actualmente del continente americano, entre ellas la que lo divide en dos grandes regiones: la América latina y la América anglosajona.