Resumen:
El cáncer de páncreas es una de las principales causas de muerte por cáncer en el mundo.
Representa el 2% de todos los cánceres a nivel mundial y es la octava causa de muerte por cáncer, con una supervivencia global no mayor al 4% a cinco años.1
En Estados Unidos es la segunda neoplasia más común del trato gastrointestinal y la cuarta causa de muerte relacionada en los adultos. 2
Es una enfermedad difícil de diagnosticar, especialmente en sus etapas iniciales. 85% de los
casos ocurren entre los 60 y 80 años de edad, con una mediana de 69 años y es más frecuente en el sexo masculino en una proporción de 1.5 a 1.3
El 85% de los tumores malignos corresponden a adenocarcinomas ductales; 65 % se ubican
en la cabeza del páncreas, 20% en el cuerpo o cola y 15% son difusos.
La resección quirúrgica es el único tratamiento con enfoque curativo. Sin embargo, la tasa
de curación con cirugía es de solamente 18-25% y la mayoría de los pacientes no son candidatos a
dicho tratamiento. Los pacientes con enfermedad irresecable pueden llegar a tener paliación de
síntomas con quimioterapia y/o radioterapia. Sin embargo, esto no ha impactado de manera significativa en la supervivencia a 5 años.4
Más del 60% de los casos se detecta en etapa avanzada. En paralelo con esto los pacientes
presentan diversos síntomas tales como dolor abdominal, alteraciones del gusto, náusea y vómito,
ingesta nutricional inadecuada, pérdida de peso y fatiga; síntomas que contribuyen de manera
progresiva en el deterioro del estado funcional y calidad de vida.
La gemcitabina, quimioterapia estándar de primera línea en el tratamiento de cáncer
pancreático durante la última década, parece conducir a mejoría de los síntomas relacionados con el tumor y ha demostrado modesta ventaja en la supervivencia.5
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Ninguna combinación de quimioterapia ha demostrado una mejoría significativamente
estadística en la supervivencia comparada con gemcitabina sola. Sin embargo, dos estudios han
sugerido cierto beneficio.
El primero, un estudio fase II, mostró un incremento en el tiempo hasta el fracaso terapéutico para la tasa de dosis fija de gemcitabina comparado con gemcitabina en infusión.6 El
segundo, un estudio fase III combinando gemcitabina a dosis fija con oxaliplatino (GEMOX),
demostró una mayor tasa de respuesta y de supervivencia libre de progresión, pero no así la supervivencia global en comparación con gemcitabina monodroga.7
No existe en la actualidad esquema de quimioterapia que permita mejorar la supervivencia
global en los pacientes con cáncer de páncreas avanzado, solo esquemas en combinación con
gemcitabina a dosis fija y oxaliplatino que permiten una mejoría en el control de los síntomas
asociados al tumor y supervivencia libre de progresión. Este estudio tiene como propósito conocer
el beneficio clínico de los pacientes con cáncer de páncreas avanzado tratados con esquema basado
en dosis fija de gemcitabina y si existe subrogado en supervivencia global.