Resumen:
El turismo al igual que la religión han estado presentes en la vida del ser humano desde las
épocas más remotas de su existencia. Si bien no se desarrollaron simultáneamente, se puede
afirmar que en un cierto punto el turismo y la religión poseen una intrínseca relación que al
combinarlas pueden crear un objeto de estudio para comprender mejor el comportamiento del
hombre al desplazarse a un destino diferente al de su vivienda habitual con propósitos
religiosos sin importar sus condiciones sociales (Porcal, 2006).
Generalmente la gente viaja voluntariamente fuera de su entorno habitual, tomando en cuenta el
tiempo que están fuera de su lugar de residencia habitual, el qué tan lejos viajan (Hall y Lew,
2009) y las múltiples razones, necesidades y/o motivos para emprender un viaje que despierte
un interés especial en ellos para llevar a cabo actividades que les plazcan de acuerdo a sus
motivaciones (Quesada, 2010).
Para comprender mejor por qué las personas viajan, se presentarán a lo largo del presente
trabajo clasificaciones de las motivaciones que los impulsan a realizar un viaje, mismas que
permiten analizar cómo viajan por distintas y diversas razones de acuerdo a sus motivaciones e
intereses para satisfacer de manera óptima sus necesidades (Yuan et al. 2005).