Resumen:
Los padres de familia como principales agentes de socialización influyen en la construcción
del autoconcepto de los hijos, en el ajuste psicológico, emocional, así como en el desarrollo de
competencias sociales y emocionales que les permiten tener herramientas decisivas para su
bienestar, crecimiento y adaptación a las complejas demandas exigidas por el ambiente en el
que se desarrollan (Barudy, & Dantagnan, 2005; González, & Landero, 2012).
De la armonía y adecuado funcionamiento de las relaciones entre padres e hijos se puede
determinar la salud psicológica y emocional (Ackerman, 1994), bajo este argumento
comprender el funcionamiento de las familias resulta relevante para entender la lógica del
funcionamiento de las personas de forma individual (Fromm, 1989); porque al concebir a la
familia como un sistema (Satir, 1995, 2002) se percibe la existencia de un proceso dinámico
de influencia entre todos los integrantes de la familia al encontrarse interrelacionados.