Resumen:
Tiempos de la ciudadanía y fortalecimiento de las instituciones para acrecentar la confianza mutua obligan a generar una política de largo plazo cuya meta sea la construcción de una cultura de prevención de la violencia. El desafío se corresponde a una exigencia de nuestro tiempo. En este sentido, obliga a construir una ciudadanía que enfrente activamente la violencia y no espere los nuevos tiempos de forma pasiva. La confianza mutua es el indicador principal para lograr esta nueva cultura activa para la prevencion de la violencia y el delito.