Resumen:
En tres municipios ubicados en la zona de transición ecológica del Estado de México se investigó la práctica tradicional campesina del huerto familiar como estrategia que contribuye a la seguridad alimentaria. La agricultura campesina forma parte de las estrategias de vida familiar del medio rural y coadyuva a enfrentar eventos climáticos extremos a nivel regional. Mediante observación en campo y entrevistas semiestructuradas con 180 poseedores de huerto se indagaron los beneficios ambientales, sociales y económicos que ellos perciben, así como la utilización que hacen de los productos de origen vegetal y animal, su aprovechamiento en la alimentación y generación de ingresos. Se identificaron 134 especies arbóreas o arbustivas; 54 de herbáceas u hortalizas y 13 de animales. Las especies son usadas por las familias para su alimentación y como condimento o en usos medicinal o ritual. Los principales productos que se obtienen del huerto son frutos, hojas, flores, carne, leche y huevo; su destino principal es para el autoconsumo; los excedentes se destinan a la venta e intercambio, como una alternativa para complementar la dieta. Estos agroecosistemas contribuyen a conservar la biodiversidad regional, favorecen la seguridad alimentaria familiar y proporcionan servicios ambientales y beneficios sociales.