Resumen:
La teoría de la represión financiera inició su análisis bajo el supuesto de que deben existir las condiciones propicias para que se incremente el ahorro y luego éste, a través del sistema financiero, sea canalizado a la inversión. La recomendación de la represión financiera fue liberalizar las tasas de interés y desaparecer el marco regulatorio que permitía que el sistema financiero no se desarrollara libremente. Como precondición, se estableció el incremento de la competencia en el sistema bancario. En México una vez reprivatizada la banca se ha propiciado la creación de nuevos competidores; sin embargo, la banca mexicana permanece concentrada.