Resumen:
Antecedentes:
La postura es la capacidad de mantener el centro de gravedad en una base de sustentación y está determinada por factores como la personalidad, actitud mental, ocupación, genética, vestimenta, edad, estado de salud y modelos socioculturales; sin embargo existen algunos de los factores que predisponen el desarrollo de alteraciones posturales como el uso prolongado de dispositivos tecnológicos, obesidad, malos hábitos y uso de calzado, mochila o estación de trabajo inadecuados.
Métodos:
La muestra del estudio (n=69) se obtuvo por conveniencia en estudiantes de nivel medio superior de la UAEM y el estudio fue prospectivo, no experimental, transversal, descriptivo y de asociación cuantitativa. Se diseñó, estandarizó y validó un instrumento para evaluar la presencia de alteraciones posturales y factores de riesgo para posteriormente analizar su asociación.
Resultados:
La muestra se conformó por 71% mujeres, con una edad media de 14,7 ± 0,4 años. La prevalencia total de alteraciones posturales fue del 21%, presentando lateralización y rotación de la cabeza (62%), anteproyección de cabeza y hombros (58%), escoliosis y descenso de hombros (48%) cifosis (38%), pie cavo (39%), genu recurvatum (23%), genu valgum (12%), pie plano (12%) y valgo del tobillo (3%). Se asoció el uso de dispositivos electrónicos con presencia de lateralización de cabeza e hiperlordosis; el uso de mochilas con escoliosis y el tipo de calzado y obesidad con alteraciones de rodilla y tobillo.
Conclusiones:
Evaluar frecuente y eficazmente a los adolescentes y eliminar los factores de riesgo que predisponen al desarrollo de alteraciones posturales como un estilo de vida sedentario, obesidad, posturas inadecuadas al realizar las actividades diarias y la exposición a cargas excesivas, disminuirá la tasa de defectos y mejorará la calidad de vida durante el crecimiento.